martes, 18 de enero de 2011

EL ADVENIMIENTO DEL SIGLO XXI Y EL FIN DEL ALTO REFINAMIENTO


La vieja Europa mantiene la fisionmía propicia para el alto refinamiento, pero las platas nuevas del Este y China, no ayudan.
Chateau le Moulin (Andrés Alsina)
Si la clase alta chilena es arrotada, la clase intelectual tampoco ayuda. Cuando Vargas Llosa ganara el premio Cervantes, las entrevistas lo mostraban de traje entre grandes candelabros y cuidadas mesas puestas. Su homónimo chileno, Jorge Edwardas, ante el mismo reconocimiento literario, figuraba sentado en un café con tarro de mostaza JB en la mesa. Desfilen los ejemplos:

LOS HAMPTONS; NANTUCKET. REDUCTOS
USA
 Cuando hace diez años abrí con Francisco Camiroaga el salón de té que junto al Teatro Municipal, sería elegido el lugar más lujoso de Santiago, estábamos convencidos de que nuestro aporte apuntaba hacia la cima de la pirámide social de nuestro país, la que tiene que chorrear con su estándar de vida y gastos, cultura, estética , especialización en el servicio y espacios a todo el resto de la pirámide.¡Ubícate Alsina!,las cuicas del Subaru Legacy y la mochilita Vuitton no llegaron nunca. Si el Indian Tea se mantuvo fue gracias a la presencia de algunas colonias, y a punta de reservas, como la que hizo la Nanny, que se ganó la lotería en Estados Unidos y nos llamó preguntando donde tenía que bajar a sus invitados  viniendo de la estación Pila del Ganso. Impecable la Nanny, nada que ver con una conocida socialité que apagó el cigarrillo en el azúcar cristalizada creyendo que era maicillo.
La clase alta chilena, aquella que el último censo no arroja ni un dígito, se preocupa más por el modelo del auto y el arquitecto que le construye la casa, que por como vive en su interior o la búsqueda de reductos que la representen. Hablan del Chiringuito de Zapallar como un referente del who is who, pintoresco el lugar, pero anda a pedir un champagne que esté a la altura de la tradición zapallarina: con cueva te llega un Fresita a la mesa. Sueñan con comprarse una mansión en Valle Escondido, pero no les importa que el restaurante del Club House parezaca un casino de cooperativa. Y si logran a llegar a precio con Mardones o Figueroa, da lo mismo que los platos sean de Casa&Ideas, total ¡las pegan!.¡Ubícate Alsina! abriste un restaurante sin falla en la woww! Alonso de Córdova y los platos eran Wegwood, la mejor porcelana del mundo. Si alguno quisiera ir, no pierda su tiempo. Cerró.

PALACIOS HOTELEROS POR EL
SERVICIO Y EL TRATO, NO LA CLIEN-
TELA.
 Curioso el fenómeno del chileno platudo con respecto al lujo. Hasta que se me cayera por catástrofe natural, -literalmente  una fuga de agua lo convirtió en acuario- tuve un café en el Portal de la Dehesa. Los cuicos pasaban de largo y terminaban sentados en una heladería "divina" con sus sillas imitando bolas de helados de todos los colores. El ave palta valía exactamente lo mismo en los dos lugares, pero ellos preferían la palta chorreando y el pollo tipo pasta bien molido por sobre la misma palta en rodajas y la pechuga fileteada y grillé.
¿Seguimos? El día en que la mismísima Carolina Herrera me pidiera que por favor abriera un "Jardín Secreto" en Nueva York, almorzando en la sucursal que tenía en el desaparecido Carrera, tuve que escuchar como Patricio Hales le decía al pelado Moro "¡que espantoso este lugar!", a lo que Moro contestó "Es genial,¿Conoces al dueño?", señalándome y ante el trágame tierra del diputado. Y es que hay muchos pegados que creen que la tradición pasa por el mueble hechizo tipo inglés y el azucarero Lozapenco del año 40. pues no señores., la tradición pasa por el servicio y el trato, amén de la preocupación de los detalles y las cosas de buena factura.
Como me dijo un amigo mexicano en medio de una discusión sobre los nuevos ricos: "Y ustedes, los chilenos de clase alta, que dicen que comen caviar y eructan pollo!".
Ubíacte Alsina, haberlo escuchado.

Este artículo salió publicado hace 5 años. Casi nada ha cambiado. Y mucho al mismo tiempo. Se han generado espacios buenos que necesitan de las platas nuevas , ya que la "aristocracia" de siempre sigue austera y puertas adentro