Esta entrevista se hizo a la vuelta de un viaje fabuloso a Europa en compañía de Manena Pomeroy. Las fotos fueron tomadas en el restaurante del Hotel Crillon (Place de la Concorde) y en una brasserie muy cercana a mi corazón en el Quai Voltaire.
Un viaje de 14 días por París, Londres y Bruselas que esperamos repetir este año.
Epílogo de un viaje:
¿Que son diez dias en la vida de cualquiera de nosotros? ¿Un soplo cósmico, una rama en el bosque o un simple suspiro del inconsciente?
Ojalá pudiera hacer de cada cambio de folio, mi cumpleaños, un viaje a un lugar fascinante de este viejo continente.
Potente, intenso, plagado de imágenes, emociones, situaciones inéditas, picantes, publicables...otras no tanto!
Y a la hora del balance, acá van mis consejos:
1.- Disfrutar Europa viviendo lejos. Es mejor quejarse a la distancia que vivir quejándose en medio de lo que se ve pero no se disfruta.
2.- Nunca en invierno. Mayo y Octubre, los dos mejores meses.
3.- Siempre acompañados ,nunca solos. Ya sea tu mejor amigo/a, tu amante, tu pareja...Todo tiene otro sabor de a dos. Así no falta la contención, la buena conversa, el sexo (no hay que venir emparejado para eso, basta con organizarse). Ni que decir el placer de alertar al otro ante un lindo techo, un jardín a lo lejos, una mina a dos pasos, lo que sea.
4.- Traerse buena ropa...y comprarse si se puede 3 o 4 o 5 o + cosas lindas. jeje!
5.- Mirar vitrinas. Es tanto un placer como una ciencia.
6.- Balancear en partes iguales los espacios dedicados a la cultura y al esparcimiento. Para no volver cojeando. Siempre habrá un museo más recóndito y pequeño que el del viaje anterior.
7.- Creerse un francés en Paris, un brit en Londres o un ciclista en Bruselas. El sentido del humor es infalible: Desarma al amargo y saca aplausos entre los verdaderos caballeros y las mas encantadoras mujeres.
8.- Saber de antemano que París es la ciudad mas linda del mundo y Londres la más ondera y dinámica. Punto. Y nunca empezar viaje por ellas. Lo demás (except Venice), tiende a desteñir.
9.- Comer francés en París e italiano o thai en Londres.
Finalmente, y a modo más personal, este viaje me sirvió para cerrar definitivamente ciertos círculos antipáticos que me daban vuelta. Y entender que a mis 47 años sigue aflorando el pendejo que llevo dentro. Mas que nunca!!
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